26 de diciembre de 2023
Algunas de las experiencias más enriquecedoras dentro de la formación musical surgen de la participación en cursos y festivales. Estos eventos ofrecen no solo una instrucción musical de alto nivel, sino también la oportunidad de compartir vivencias con profesionales de gran prestigio a través de conciertos y clases magistrales. Sin embargo, resulta llamativo y preocupante observar que, en muchos de estos festivales y cursos, la representación femenina sigue siendo mínima o incluso inexistente.
Un claro ejemplo de ello es el Festival de Oboe de Palma. Este festival anual, que atrae a oboístas de todo el mundo, ha sido un evento destacado en el calendario musical durante ya 12 años. Sin embargo, la infrarrepresentación de mujeres en su programación es un recordatorio evidente de las brechas de género que persisten en el mundo de la música académica.
Esta no es la primera vez que la música clásica enfrenta críticas por el tema de la igualdad entre hombres y mujeres. A pesar del crecimiento de la conciencia sobre la igualdad en otros campos, la música clásica continúa aferrada a pensamientos propios de tiempos pasados, pero no superados, donde la excelencia parece sólo asociada a lo masculino.
Las mujeres de la música clásica ya sean compositoras, directoras de orquesta o instrumentistas, a menudo tienen que superar obstáculos adicionales para ser reconocidas en igualdad de condiciones con sus colegas masculinos. ¿Quieren hacernos creer que no hay mujeres oboístas, referentes en su campo, que puedan formar parte del Festival de Oboe de Palma? La falta de representación en festivales de renombre como éste solo es una muestra de esta desigualdad sistémica y la falta de voluntad por cambiar esta situación.
Es imperativo que la comunidad musical tome medidas concretas para abordar estas desigualdades. Desde las organizaciones de festivales, cursos y conciertos deben comprometerse a una selección igualitaria que refleje la verdadera riqueza de talento disponible. Además, es necesario fomentar un cambio dentro de las instituciones educativas revisando currículos y manuales donde la otra mitad de la población estemos representadas. Esto implicaría brindar oportunidades equitativas desde edades tempranas.
La ausencia total de mujeres oboístas en el cartel de la edición de 2024 del Festival de Oboe de Palma pone de manifiesto, una vez más, la urgente necesidad de abordar la falta de representación femenina en la música clásica. La exclusión de mujeres de eventos destacados no solo es una afrenta a la igualdad, es también una perpetuación de lógicas que siguen invisibilizando a las mujeres, su trabajo, la posibilidad de que sean referentes para otras mujeres y como no, priva a la audiencia de la diversidad de talentos y perspectivas que la música puede ofrecer.
La comunidad musical debe reconocer esta realidad, desafiar el statu quo y trabajar hacia un futuro donde la música clásica sea verdaderamente igualitaria y representativa.