Por Mujeres en la Música – 06/2021
Pianista y compositora, María Parra es una artista que procede de la Música Clásica pero que explora todo tipo de estilos, empapándose de ellos y generando nuevas y muy interesantes propuestas. Cuenta ya con dos grabaciones discográficas de Música Clásica para piano, “Rêverie” (Verso) y “Mouvement” (Orpheus Classical), y en 2020 sacó su primer disco con composiciones propias para piano, interpretadas por ella misma: Vision (Warner Music Spain), con un estilo clásico pero con ecos de otras músicas como el jazz, el flamenco o el pop. Combina esta doble faceta con la de gestora musical, pues es directora y creadora de dos festivales de Música y actualmente se encuentra envuelta en un nuevo proyecto: el María Parra Trío.
¿Cuándo y cómo fueron tus comienzos en la Música y por qué elegiste el piano?
La música entro en mi vida ya desde la cuna. Mi padre, que era un gran melómano y que llegó a tener una enorme colección de discos, tenía la sana costumbre de tener música puesta a todas horas!! La música clásica era el núcleo principal, pero también escuchábamos música popular, flamenco, canción de autor… Así que yo me recuerdo tarareando y bailando al son de la música y tener muy claro qué estaba escuchando en cada momento, ya desde muy pequeña. El piano llega, como “impresionante objeto de hacer música”, a mis 7 años, gracias a que mi abuela manchega atesoraba un piano antiguo vertical que adquirió mi tío Pepe: Me concedió el privilegio de tocarlo a escondidas, sin que se enteraran los otros primos, “no fuera a ser que se estropeara”. Así surgió el flechazo! Pasaba las tardes calurosas de agosto encerrada en aquella habitación-santuario inventándome musiquillas y jugando con las teclas negras y su pentatónica…
¿Quiénes han sido tus referentes en el mundo del piano? ¿Y en el de la composición?
Yo recuerdo fijarme en las portadas de los vinilos de los discos y sin saber leer, le hacía a mi padre mi particular “playlist”, y se trataba de pianistas como Martha Argerich, (el primer disco que sacó con Deutsche Grammophon), Nelson Freire, Barenboim y sus sonatas de Beethoven, Alicia de Larrocha y sus Noches en los jardines de España, a parte de otros intérpretes que no eran pianistas. En cuanto a la composición no fui consciente de que tenía en mi esa necesidad hasta mucho más tarde, tras pasar por estudios de música moderna donde me adentro en el mundo del jazz. Mi música surge como un lenguaje propio que amalgama toda la música que he escuchado de todos los estilos y que han dejado un poso en mí. Así que más que compositores, que los hay, se puede hablar de ecos reconocibles. Pero ahondando más en el tema, está claro que el impresionismo francés es para mí un enorme referente en cuanto a sonoridad (Debussy, Ravel), el universo sonoro del pianista y compositor de jazz Bill Evans, La melancolía del romanticismo y otros compositores actuales también pianistas como Hania Rani o Esbjörn Svensson…
¿Crees que tu faceta de compositora te influye de alguna manera a la hora de interpretar?
Me encuentro en un momento bisagra que no sé hacia dónde me llevará, pero sí tengo claro que voy a seguir mi intuición, musical y artísticamente hablando, porque al final es lo que me ha procurado más felicidad. Ahora mismo soy intérprete de mi obra y claro que influye como concibo mi música para como luego la interpreto.
Eres la creadora del Bouquet Festival de Tarragona y Vermusic de Reus, ¿qué te llevó a embarcarte en la gestión de tus propios festivales?
El primero, Bouquet Festival, se creó en 2013 en un momento delicado a nivel económico, dónde se salía de la profunda crisis de 2008. Mis amigos músicos de Tarragona me contaban que no pasaban cosas, así que arrimamos el hombro entre todos y surgió el festival, de pequeño formato, para dar autoestima a la ciudad, poniendo en valor su patrimonio, sus músicos y productos gastronómicos y vitivinícolas de la zona. Fue una gran éxito! Más tarde, en Reus, y gracias a Vermuts Miró, se hizo lo mismo adaptando la misma fórmula.
En tu disco “Visión” diste un salto hacia otras músicas más allá de la Clásica. Cuéntanos cómo fue esta experiencia y por qué crees que es importante para un artista explorar otros mundos musicales.
En mi caso fue surgiendo tímidamente como una necesidad. Yo había hecho estudios de armonía moderna e improvisación en mi adolescencia. En un momento dado hay una bifurcación en mi formación y me encuentro ahondando en el repertorio clásico, primero en París y luego con Alicia de Larrocha y la Academia Marshall en un vasto repertorio de la Música española. El universo de la composición y la improvisación lo había relegado a un segundo plano, para mi intimidad. Yo sólo puedo hablar por mí en cuanto a ahondar en otros mundos musicales. Surge como una necesidad, primero en 2008 y ya imperante en 2017, que fue in crescendo, tomando conciencia de que estaba siendo muy feliz en el proceso de creación, hasta que lo materializo en disco a finales de 2019, justo antes de la pandemia. El proceso creativo, y más viniendo de la clásica, no siempre surge como opción, y menos como necesidad, ya que es tanto el repertorio pianístico a interpretar, que puedes pasarte una vida zambullido en el mundo sonoro de muchos compositores geniales, y eso puede bastar.
Respecto a la anterior pregunta, ¿tienes la sensación de que el futuro de la música pasa por fusionarse con otro estilos musicales y disciplinas artísticas?
El futuro de la música, que es la que generan los compositores y creadores, evidentemente que está abocada a la fusión. Todo lo que está vivo tiende al mestizaje, resultado de absorber la tradición y hacerlo convivir con lo vigente y más actual, y luego es el público quien lo hace suyo. Lo mismo pasa con los humanos, no podemos decir que hay una raza pura, pues todos estamos en movimiento, en continuo intercambio cultural…
Ahora estás embarcada en un nuevo proyecto: el María Parra Trío, junto a Miguel Rodrigáñez y Gonzalo Maestre ¿cómo surgió esta agrupación y qué proyectos de futuro tenéis previstos?
Una vez que me veo inmersa en mi música, componiendo sin parar, tuve la necesidad de cerrar un círculo que se quedó abierto en mis veinti-pocos, cuando tomo el camino de la clásica. Ahora con mi música, sentí la necesidad de darle ecos jazzísticos, también inspirada por otros pianistas del siglo XXI que componen y tocan su música, de un estilo fusionado entre la clásica y el jazz, y me lancé a la piscina. No podría tener mejores compañeros de viaje!! Me siento muy afortunada que Miguel y Gonzalo, base rítmica que ha trabajado conjuntamente en otros muchos proyectos, hayan acogido con tanto cariño mi proyecto. Nos estrenamos recientemente, y el eco producido ha sido muy satisfactorio. Nos veremos en breve en septiembre en la apertura del Festival “Jazz in the City” de Aranjuez; Clausurando el FeminaJazz en octubre, y otros muchos proyectos apalabrados pero que no puedo anunciar, por el momento. El 10 septiembre lanzamos un single con Warner Music Spain.
Eres un ejemplo claro de que ser mujer no es ni debe ser nunca obstáculo para conseguir cualquier meta que te propongas. Por desgracia, hoy en día sigue siendo muy común que el camino de muchas mujeres para alcanzar dichas metas está lleno de trabas. ¿Alguna vez has encontrado alguna, tanto en tus años de formación como en tu carrera profesional?
Las trabas te las encuentras constantemente, por ser mujer seguro, y por ser madre más todavía. Aunque en el mundo de la música también, ya que éste es muy competitivo y cuesta encontrar tu hueco. Yo al final he adoptado una actitud de no quejarme y trazar mi camino sin compararme, eso sí, IMPORTANTÍSIMO, saber rodearte de las personas, hombres o mujeres, que crean en ti y que te apoyen, e ir liberándote de las que te ponen “palos en las ruedas”.
La Covid ha supuesto un parón y una enorme zozobra para muchos/as profesionales de la música. ¿Cómo has vivido profesionalmente este período de incertidumbre?
A mí me pilló en plena campaña pre lanzamiento de VISION, así que en un primer momento me descolocó mucho, pero acto seguido intentamos encontrar otras opciones y estrategias y creo que funcionó bien. Por otro lado, a pesar del parón y lo duro del momento a nivel de salud para muchos y las pérdidas que ocasionó a todos los niveles, yo encontré alivio en la composición y puedo decir que, a pesar de todo, 2020 fue un año muy productivo para mi, a nivel creativo.
En un momento como el que estamos viviendo actualmente, en el que es tan complicado sacar adelante proyectos musicales y artísticos, has sido sin duda un ejemplo de fuerza y perseverancia, sacando un nuevo disco en plena pandemia y creando nuevos proyectos. En este sentido ¿qué consejos darías a las nuevas generaciones de músicos sobre cómo afrontar esta situación?
Ay, muchas gracias, pero en mi caso ha sido tan fácil como ser fiel a mí misma… Creo que esa es la clave, no tener miedo en dar rienda suelta a lo que tú eres en esencia. Durante los meses de encierro me planteé retomar un proyecto que tiempo atrás tenía casi montado y que me hacía mucha ilusión, que era sacar un disco de Rachmaninoff, pero pronto sentí que me estaba forzando. En momentos como los que hemos vivido como humanidad, de incertidumbre total, creo que la invitación ha sido la de no tener miedo y buscar dentro de uno mismo y dar rienda suelta a aquello que nos hace felices y más auténticos. Mi consejo sería pues, mírate más a ti mismo, escúchate y no te traiciones. La vida tiene su propia inteligencia y si te dejas llevar por tu propia intuición, te llevará allí dónde tú serás pleno y feliz.
Si se pueden contar… ¿cuáles son tus futuros proyectos?
Sí se puede contar, y de hecho se está cocinando… Será otro disco con mi obra a piano solo, disco con el trío, seguir colaborando con artistas de múltiples géneros, y un apasionante mundo que me va a posibilitar mi trío abordando otros escenarios.
Más información sobre María Parra: https://mariaparrapianist.com/