Mujeres en la Música

Entrevista a Jenny Guerra

Hoy hablamos con la violinista Jenny Guerra. Es una referencia en la interpretación de la música contemporánea de nuestro país y ha participado en los más destacados Festivales de nueva creación dentro y fuera de nuestras fronteras. Es integrante de la Orquesta de Valencia, socia  de la AMM y tuvimos el privilegio de contar con ella, como integrante del B3: Brouwer Trio, en el Festival Mujeres en la Música de Getxo. 

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Jenny, ¿qué te hace estudiar violín? ¿Cómo te decantas por este instrumento y cómo fue tu educación musical en Cuba?

Siempre me atrajo la sonoridad del violín y el carácter extrovertido de las personas a las que veía relacionadas con el instrumento.  

Mi madre era la directora del Conservatorio y yo pasaba muchas tardes allí viendo clases, conciertos y actividades varias que se organizaban. A los 7 años empecé a estudiar y la personalidad del que fue mi maestro, Armando Toledo, fue un ejemplo de disciplina y superación en las clases. En Cuba el sistema educativo es integrado, por la mañana escolaridad general y por la tarde especialidad musical, todo en el mismo centro. Eso te enriquece mucho, desarrollas el compañerismo, la competitividad sana, creas amigos, te sientes parte de un todo maravilloso.

Teniendo en cuenta que el violín es un instrumento que se tiende a encasillar en cierto repertorio, ¿en qué momento y por qué decides decantarte por la música contemporánea?

Evidentemente el violín es uno de los instrumentos con más repertorio a lo largo de la historia, bien como solista, música de cámara, orquestal, etc. y muy bien representado en todos los estilos. Mis primeras incursiones en la música contemporánea como intérprete fueron en mi época de estudiante en el “Festival de música contemporánea de La Habana”. En aquel entonces era un mundo bastante abstracto para mi, lo más atrevido que había tocado eran obras de principios del s. XX. Sin embargo, sí que asistía a clases magistrales de grandes compositores e intérpretes no solo de música clásica sino también de músicas populares, lo cual me abrió la mente. Fue ya en España cuando empecé a tener una relación más directa con la música contemporánea y me fascinó la idea de poder trabajar directamente con los creadores. 

¿Qué aporta tu procedencia cubana y tú formación musical a tu visión musical? ¿Y tus años de experiencia profesional en España?

Cuba es un país que suena. La música es parte fundamental de la vida, hay muchísima tradición musical y, lo más importante, hay un sincretismo arraigado históricamente que permite que todos los estilos musicales se acaricien continuamente sin menospreciar ninguno. En mi época de estudiante combinaba el rigor absoluto de mi formación clásica, influida por la enseñanza de los países del Este –sobre todo la URSS– donde había un alto nivel de exigencia, con la gran influencia de la música popular cubana, brasileña y el jazz. España me ha dado la posibilidad de alimentar toda la curiosidad que me habían fomentado, he podido viajar, conocer diferentes culturas, ser libre de pensamiento, casarme con una mujer… En fin, España es mi otra casa.

¿Cómo surge el B3: Brouwer Trio? ¿Qué relación humana y profesional tiene la formación con el propio compositor?

El B3: Brouwer Trio surge en el 2002, justo cuando obtengo mi   plaza en la Orquesta de Valencia. Hasta ese momento formaba parte de la Orquesta de Córdoba de la que soy miembro fundador en 1992 y donde comenzó mi relación más cercana con Brouwer. Fueron 9 años/temporadas trabajando codo a codo, cada día aprendiendo y cultivando mi inquietud por la música en general y la contemporánea en particular. En Córdoba surgió la primera obra que me dedicó el maestro Brouwer, “Cuadros de otra exposición” (dedicada a Jenny Guerra y Fermín Galduf) para violín, trompa y piano. A partir de ese momento nuestra relación personal y profesional siempre fue en aumento. Por esta razón, porque para mí es uno de los grandes músicos de este siglo, porque es la manera de rendirle homenaje y porque ineludiblemente me acerca a Cuba desde la distancia, por ello decidí formar el B3: Brouwer Trio.

Sois dedicatarios/as de un amplio repertorio y contáis con el enorme mérito de ser el único Trio que ha grabado la integral de obras de Brouwer para esta formación, incluyendo varios estrenos compuestos ad hoc. ¿Cómo ha sido el trabajo con Leo Brouwer desde que, hace casi una década, grabarais Cuadros de otra Exposición?

Me siento muy agradecida de cada uno de los compositores y compositoras con los que he trabajado a lo largo de estos años. Al B3: nos han dedicado más de cuarenta obras, las últimas están incluidas en el CD 15B3: con motivo de nuestro 15 aniversario. Personalmente tengo algunas dedicatorias más y también como solista del Ensemble d´Arts en el proyecto que tengo con Xelo Giner y Miguel Ángel Berbis en el que el repertorio que hacemos ha sido expresamente creado para esa formación poco común de saxo violín y electrónica. 

Desde la grabación de “Cuadros de otra exposición” que fue el primer CD del B3: la relación con Brouwer nos ha dejado otra maravillosa obra “El Oráculo de Ifá” que estrenamos en la Fundación BBVA. 

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¿Cómo das forma y coherencia a tus programas de concierto?

En un concierto estás totalmente expuesta, dar forma a la historia que quieres contar es lo más difícil, en cierta manera estás influida por muchas disciplinas. Como línea general siempre pienso en propuestas que me interesen personalmente. Por una parte están mi compromiso con la música actual y el placer de poderla trabajar con los compositores, la inclusión de compositoras, y la difusión del repertorio hispanoamericano. A partir de estos tres pilares ya empiezas a sumar. Y la otra parte importante es el cuidado de la puesta en escena, la iluminación, proyectos multidisciplinares, en fin, son aquellas pequeñas cosas…

¿Qué tipo de preparación mental o física llevas a cabo antes de una actuación?

Me gusta mi momento de privacidad antes de los conciertos, necesito estar conmigo misma aunque sean unos minutos. 

¿Hasta qué punto el aspecto multidisciplinar influye en tu planteamiento musical y escénico?

Me encanta el trabajo multidisciplinar. Creo que es muy enriquecedor, te hace desdoblarte como artista. Dejas de ser el centro de atención y lo importante es el conjunto de la propuesta. Esa idea, que a muchos compositores les asusta porque puede perderse la atención a su música, cada día la encuentro más fascinante. Evidentemente hay obras que están pensadas con un concepto más estrictamente musical que también me maravillan, pero siempre que puedo intento trabajar más en colaboración con otras disciplinas. 

Como solista ¿tienes algún tipo de compromiso con la música de creadoras actuales? ¿Y como integrante del B3: Brouwer Trio?

Tanto para mí como para mis compañeros de viaje en el B3: Brouwer Trio, Carlos Apellániz y Elena Solanes, el compromiso con las creadoras es parte de nuestro ADN. Creemos en el poder de la normalización real, no la de quedar bien cara a la galería. Por esta razón a veces programamos en un mismo concierto 5 compositoras y un compositor como hicimos en Getxo, porque de esa manera sabes que el que te pregunte tiene un problema, que no cree en la normalidad.

Como integrante de la Orquesta de Valencia ¿consideras que las mujeres tienen el mismo acceso a las orquestas que los hombres? ¿Cuál es tu experiencia al respecto?

Creo que afortunadamente a nivel de intérpretes en las orquestas cada vez hay más mujeres, aunque todavía el peso en la balanza se va hacia una mayoría masculina, sobre todo en puestos de solista y concertinos. En particular en la Orquesta de Valencia el equilibrio en este punto es bastante sano. Respecto a las directoras titulares/invitadas ahí sí que hay un déficit importante. Creo que es una gran asignatura pendiente para la gran mayoría de orquestas del mundo.

En mi experiencia personal en la orquesta no me he sentido discriminada, pero bueno, soy violín segundo… jajaja.

Con tu experiencia orquestal, ¿consideras a las compositoras convenientemente representadas en los programas de orquesta? En caso negativo, ¿qué consideras necesario cambiar para que la situación se normalice?

Para nada!!!! Las compositoras son el fantasma de las programaciones, solo aparecen el 8 de marzo y en muy contadas ocasiones (estrenos puntuales, aniversarios concretos). Para cambiar esta situación sería tan sencillo como empezar a programar con normalidad a compositoras, no como algo innovador, trascendental o políticamente correcto. Se habla demasiado, pero se hace poco. Quizá la fase cero sería fijarse en algunos de los grandes apellidos programados y elegir a la compositora (Félix Mendelssohn – Fanny Mendelssohn, Robert Schumann – Clara Scumman, etc.). También ayudaría mucho programar a compositoras actuales y así de paso retomar esa tradición perdida de tocar y escuchar música de nuestra era con normalidad.

Tu compromiso con el feminismo es firme y formas parte desde hace años de la AMM. ¿Qué piensas sobre la representatividad actual de las Mujeres en la cultura y más concretamente en el ámbito musical?

Pienso y sueño con el día que no me pregunten por la presencia de mujeres en ningún ámbito, que la relevancia de la mujer en la sociedad no sea un tema de conversación controvertido y que de una vez se nos valore por quienes somos, no por ser hombre o mujer. El día que eso ocurra habremos conseguido la igualdad. Como dijo Simone de Beauvoir “no se nace mujer, se llega a serlo”.

Si se pueden confesar, ¿cuáles son tus próximos proyectos? 

Estoy aprovechando estos días de confinamiento para centrarme en un proyecto de solo viola, mi segundo instrumento, por el cual cada día me siento más atraída. Con el B3: deseando que podamos realizar el estreno de Voro García “Phoenicoperus”, la segunda obra que nos dedica,  que se estrenará en Mixtur y  la presentación en Andalucía de la video ópera de cámara “La Isla” de la compositora Nuria Nuñez Hierro que estrenamos en el Festival Ensems el pasado año. El resto de proyectos los iré desvelando en breve. 

Más información sobre Jenny Guerra: www.brouwertrio.com